martes, 20 de marzo de 2018

Platón fue un científico, no un místico

Los sólidos platónicos, regulares o perfectos son poliedros convexos en los que todas sus caras son polígonos regulares iguales entre sí y todos los ángulos sólidos son iguales. Estos son el tetraedro, el cubo, el octaedro, el dodecaedro, y el icosaedro. Esta lista es muy limitada, ya que es imposible construir otro sólido diferente de los cinco anteriores que cumpla todas las propiedades exigidas, es decir, convexidad y regularidad. 

Reciben este nombre en honor a Platón, quien los estudió en primera instancia. Sin embargo, este importante personaje histórico es más reconocido por filósofo que por científico, e incluso a veces confundido por místico, debido a malas interpretaciones de sus teorías, como es el caso de la Teoría de las Ideas. Cuando una figura tan simple como el dodecaedro, por ejemplo, que a su vez encierra tanta ciencia, no es más que el principio del largo legado de aportaciones científicas que ha dejado Platón.

En el año 387 a.C. fundó la Academia, institución que continuó su marcha durante más de novecientos años, donde Platón participó activamente en la enseñanza. Escribió, en forma de diálogo, sobre los más diversos temas: filosofía, política, ética, psicología, antropología, epistemología, cosmología, etc. La influencia que han tenido estos escritos a lo largo de la historia es incalculable, siendo el punto de partida de muchas ciencias, entre ellas las citadas anteriormente. Por lo que podemos concluir que Platón fue un científico, no un místico, y no cualquier científico, sino el que abrió al mundo las puertas del universo de la sabiduría.




1 comentario:

  1. Me queda más claro después de leer tu post. Platón no es un místico. Es un filósofo, un científico, pero por algo más que por estas cuestiones: por distinguir dos formas de entender este mundo, de habitarlo y de actuar en él

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