La memoria es la
capacidad de recordar, pero esta capacidad es muy particular, pues a nivel
general funciona de manera selectiva. Por eso algunos recuerdos del pasado
pueden almacenarse muy profundamente en nuestra mente y recordarlo a la
perfección; mientras que otros no se memorizan bien y se olvidan, a pesar de
ser incluso más recientes. Esto depende en gran medida del impacto emocional
que tenga sobre nosotros y la importancia que le demos.
En este vídeo
hemos querido demostrarlo haciéndoles unas preguntas a nuestros familiares, ya
que es algo que sucede día a día en nuestro entorno más cercano, nuestra casa,
sin que nos demos cuenta. Les hemos preguntado sobre un hecho del pasado que
ellos consideran importante en su vida por determinadas circunstancias y otro
más reciente pero que no le prestaron mucha atención en el momento porque
carecía de relevancia.
Tras las
entrevistas comprobamos como, con esas sencillas preguntas, recuerdos sobre
acontecimientos del pasado que nosotros consideramos importantes en nuestra
vida los recordamos más fácil y detalladamente, independientemente de que esos
recuerdos sean verdaderos o falsos, que otros recuerdos sobre sucesos más
recientes a los que no les dimos importancia. A no ser que sean actividades que
realizamos habitualmente y se hayan convertido en parte de nuestra rutina
diaria, por lo que también las podemos rescatar fácilmente de nuestra memoria.
Trabajo realizado por: Andrea Jiménez, Vanesa Marcos, Beatriz Cárdenas, y Valeria Otero.
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